Muchas cosas cambiaron en estos meses, pero hay algo que se mantiene consistente desde tiempos inmemoriales: sin importar el contexto, nuestras sociedades necesitan consumir.
2020 comenzó con una pandemia que llegó para revolucionar nuestra forma de vida. Durante algunos meses, casi dos tercios de la población mundial se encuentra con la necesidad de aislarse en sus hogares y eso acarreó algunos cambios culturales.
Al pensar en esto, nos damos cuenta que el comercio electrónico dejó de ser un servicio para convertirse en una necesidad. Eso potenció su nivel de aceleración a niveles mucho mayores de los que ya estaban proyectados para los próximos años.
Un mundo detenido y una transformación que no puede esperar
La transformación digital es un proceso que las empresas vienen encarando desde hace bastante tiempo. Sin embargo, en el contexto actual es probable que puedan aprovecharlo por aquellas organizaciones que logren ponerlo en práctica de la forma más efectiva posible.
Durante 2020 y comienzos 2021 hemos recibido consultas para digitalizar tiendas y procesos de negocios como en estos meses. Sin embargo, spoiler alert, no es simple y no puede hacerse de la noche a la mañana.
Es necesario conocer profunda y sinceramente el punto de partida, analizar el potencial de implementación y conocer todo el proceso logístico que implica el paso de lo físico a lo virtual.
En la mayoría de los casos, las consultas llegan por la necesidad de mantener a flote un negocio, incrementar las ventas o simplemente tener una nueva forma de contacto con clientes. Es aquí donde empieza el proceso de investigación.